La vida da muchas vueltas, todo va cambiando con el paso de los años y nos vamos adaptando de la mejor manera que sabemos
Sin embargo, hay momentos en los que hay que cambiar algo más para adaptarte: como tu casa al cambiar de ciudad, la llegada de un nuevo miembro a la familia, ascensos en el trabajo, cambio de aficiones… puede pasar de todo.
No sé si te ha ocurrido, pero a veces intentamos adaptarnos nosotros a nuestra casa y no al revés. Pero hay momentos en los que tienes que cambiar tu casa para adaptarte.
Entonces, acabamos pagando una vivienda a precio de oro o con una reforma que nunca termina, y siempre habrá algún gasto de más. Al final, ese nuevo hogar no es lo que imaginábamos al principio.
Y sin embargo, puedes tener TU CASA sin hipotecarte de por vida, identificando una vivienda que otros no ven porque no pasa por su mejor momento, cuidando cada detalle para que disfrutes de tu hogar ideal cuanto antes.